DESIGUALDAD ÉTNICO/RACIAL ¿Qué es y cuáles SON SUS CONSECUENCIAS?

Por Isabel Allende-Robredo


Al igual que existe la desigualdad entre las mujeres y los hombres (la conocida como desigualdad de género), también existe la desigualdad entre personas de diferentes bagajes étnico-culturales y de diferentes razas (1). Pero esta desigualdad, como en el caso del género, no se debe a una mayor o menos capacidad natural de ser, o a una mejor o peor forma de hacer las cosas, sino a la desigual valoración y a la jerarquización de las características que conforman las diferencias étnico/raciales en sociedades etnocéntricas, y en muchos casos, xenófobas y racistas, y que, por supuesto, tienen sus consecuencias.



Para que lo veamos mejor, a continuación mostramos el paralelismo entre ambos tipos de desigualdades, entre la de género y la étnico/racial.


Paralelismos entre desigualdades

 

Existen una serie de paralelismos entre la desigualdad de género y la étnico/racial, unos procesos similares en muchos aspectos, y con consecuencias parecidas en otros tantos, que se muestran en el siguiente cuadro (al final de este artículo, se explica qué es cada uno de estos conceptos (2)):


Las consecuencias de la desigualdad étnico/racial


Como en el caso de la desigualdad de género, de la transmisión de la desigualdad por motivos étnico/raciales se generan una serie de consecuencias, como son la discriminación de las personas inmigradas (o de las de origen migrante, aunque ellas y sus familias lleven generaciones en el país de acogida) y gitanas, en el caso español, la segregación de los grupos étnico en diferentes sectores y grados de responsabilidad (segregación vertical y horizontal (3)), la inseguridad, en muchas ocasiones, de las personas procedentes de otros países, la brecha salarial, el desperdicio del talento, la mayor vulnerabilidad ante la pobreza y la exclusión social, los crímenes de odio y la delincuencia.

 


Si nos centramos en la violencia racista, entre las formas de violencia contra las personas migrantes, inmigradas y gitanas, no olvidemos que, como en el caso del género, la más visible es el asesinato y otras agresiones físicas, pero que, al igual que en el caso de las mujeres, existe toda una gama de formas de violencia contra ellas, empezando por las más sutiles, como la invisibilización o el humor racista, hasta llegar a las más atroces como el asesinato individual o el genocidio cuando se trata de pueblos enteros.

 


¿Y ahora qué? ¿Cómo podemos trabajar por una sociedad más igualitaria, justa e inclusiva, en la que todas las personas, independientemente de su factor de diversidad, y en el caso que nos ocupa el étnico/racial, sean incluidas?


(1) Cuando hablamos de “raza”, en realidad tan sólo nos referimos a rasgos fenotípicos como pueden ser el color de la piel, la estructura corporal, el tipo de cabello, la configuración de los ojos o la nariz, entre otras posibles. La raza como tal no existe, ya que no hay diferencias de ADN relevantes entre las personas con rasgos fenotípicos diferentes, tan sólo es una construcción ideológica antropológica y política en la que se ha basado la ideología del racismo o sentimiento exacerbado del «sentido racial» de un grupo étnico, que habitualmente causa discriminación o persecución contra otros grupos étnicos, y muy utilizada para justificar, entre otros fenómenos, el imperialismo, el colonialismo y la explotación.


(2) Explicación de los conceptos aparecidos en el cuadro


El androcentrismo supone considerar al hombre como el centro y la medida de todas las cosas, tomando el masculino como modelo a imitar. Enfocar un estudio, un análisis o una investigación únicamente desde la perspectiva masculina, y luego utilizar los resultados para todo el mundo, hombres y mujeres, ha distorsionado la realidad, ha deformado la ciencia y tiene graves consecuencias en la vida cotidiana.

 

El etnocentrismo supone analizar el mundo de acuerdo con los parámetros de la propia realidad cultural, considerando que la propia cultura es la única real y aceptable.


Estereotipos de género:  creencias consensuadas en la sociedad sobre cómo son, deben ser y comportarse los hombres y mujeres, fundamentadas en ideas preconcebidas sobre supuestas características “naturales”. A través de ellos se asigna distintas capacidades y actitudes.

Estereotipos étnico-culturales/raciales:  creencias consensuadas en la sociedad sobre cómo son las personas de distintas razas -fundamentadas en ideas preconcebidas sobre supuestas características “naturales”., y a través de las que se les asigna distintas capacidades y actitudes.

Sexismo: asignación de valores, capacidades y roles diferentes entre hombres y mujeres, exclusivamente en función del sexo, desvalorizando todo lo que hacen las mujeres frente a lo que hacen los hombres, que es lo que está bien.

Machismo: discriminación basada en la creencia de que los hombres son superiores a las mujeres.

Racismo: discriminación basada en la creencia de que unas razas (generalmente la blanca) son superiores a otras (generalmente todas las no-blancas).

Ideología patriarcal: basada en el patriarcado, forma de organización política, económica, religiosa y social fundamentada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres; del marido sobre la esposa; del padre sobre la madre, los hijos y las hijas y de la línea de descendencia paterna sobre la materna.

Ideología o pensamiento colonial/neocolonial: basada en el colonialismo, sistema social y económico por el cual un Estado extranjero domina y explota una colonia (es decir, otro país, o parte de otro país). Por lo general, se utiliza la fuerza militar ante la que el país invadido no puede oponerse y el colonizador, invasor o conquistador impone el control militar, político, económico y social, normalmente mediante la designación de personas originarias del país conquistador. Como forma de justificar y legitimar la invasión, el control político, económico y social (y con ella la usurpación y apropiación de la tierra -de sus recursos y riqueza-, el sometimiento de la población, así como la imposición de los intereses de la metrópoli sobre los del país colonizado en materias de cultura, religión, estrategia militar, estrategia económica, derechos civiles, políticos o sociales), se promueve y generaliza la idea de que el país conquistador (sus gentes, su cultura y religión y sus formas de hacer) es mejor (a veces, incluso, por la gracia de dios) al país conquistado, al que, en realidad, el conquistador va a salvar de sí mismo y de su atraso, por el bien del conquistado, en no pocas ocasiones. Y hablamos de colonial y neocolonial, porque hoy en día, de forma más sutil e indirecta, seguimos colonizando a otros países, si bien no a través de la fuerza militar (que también), sí a través del mercantilismo, el clientelismo político, la globalización empresarial, el imperialismo cultural y otros instrumentos, con el fin de influir en otros países, y normalmente estableciendo élites políticas y económicas para controlar la población y seguir apropiándonos de los recursos del país. Y, para ello, por supuesto, inferiorizando a otros países y culturas.

La invisibilización tanto de las mujeres como de las personas procedentes de otros grupos étnicos y/o raciales se produce por el no reconocimiento social de todas estas personas y grupos en los distintos espacios en los que se desenvuelven (Ejemplo: el no reconocimiento de las aportaciones de las mujeres a la ciencia, la música o la literatura -por poner una ejemplos-, la invisibilización en los textos educativos de las aportaciones de las minorías étnicas y de las mujeres; el solicitar la participación, en cualquier tipo de foro, de hombres blancos, en lugar de acordarse de llamar a las mujeres y a los hombres y mujeres de otros grupos étnicos/raciales, la concesión de premios a los hombres y pocos a las mujeres, la producción de películas que no tienen en cuenta la diversidad, etc.).

Indefensión aprendida: condición de un ser humano o animal que ha "aprendido" a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no tener la capacidad de hacer nada, y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación aversiva, evitando las circunstancias desagradables o mediante la obtención de recompensas positivas. En este sentido, las mujeres y las personas procedentes de minorías étnicas y/o raciales, hemos aprendido, de alguna manera, a que por mucho que nos batamos el cuero, es difícil cambiar y salir de la situación de subordinación que se nos ha adjudicado.

Autoconcepto:  opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de valor. Cabe destacar que el autoconcepto no es lo mismo que la autoestima, sin embargo su relación es muy estrecha y no podría entenderse uno sin la presencia por ejemplo del otro.

(3) Por segregación horizontal se entiende la concentración de determinado/s grupo/s de personas en los diferentes tipos de trabajos. En el caso del género, encontramos sectores de trabajo feminizados (como los relacionados con el cuidado, sea familiar o social, como educación, sanidad, servicios sociales, cuidado de personas, etc., que, normalmente, están peor remunerados y menos valorados) y otros masculinizados (como, por ejemplo, los relacionados con las ciencias, las nuevas tecnologías o las fuerzas de seguridad, generalmente mejor valorados y remunerados). En el caso de la segregación etno/racial, encontramos una segregación parecida, siendo las personas autóctonas y blancas las que ocupan los puestos en sectores más valorados y mejor remunerados. Por su parte, por segregación vertical entendemos la concentración de determinado grupo de personas en los diferentes niveles de responsabilidad, siendo los hombres blancos y autóctonos los que suelen ostentar los puestos de mayor responsabilidad y poder.




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